Me contó la ola, antes de dormirse,
Sus sueños de amor.
Me habló de su vida, allí mar adentro,
de cómo bailaba, tan enamorada, del inmenso sol.
De toda la vida que él alumbraba,
de los bellos montes, que de luz llenaba.
De cómo nacía cada nuevo día,
sin mirar atrás, dando nueva vida.
Y así, poco a poco, se quedó dormida.
Su sol se alejaba, pues ya atardecía…
Ya solo buscaba acercarse a la orilla,
Para recibir el último beso, de su gran amor, «del sol de su vida».
Pues tenía una cita a primera hora de cada mañana,
Para eso vivía…
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